La aldea de Kampung Hakka se ubica a 45km al sur de Kuala Lumpur. Este lugar no esta promocionado, ni te aparecerá en ninguna guía turística. Este pueblo pertenece a la historia de Malasia.
De forma azarosa llegamos a este lugar. Todo comenzó con una lluvia que nos dejo sin pedalear un viernes por la noche. Pepper Lim, quien nos iba a prestar las bicicletas, nos invito a conocer este pueblo. Nos contó algunas cosas y nos pareció interesante.
El siguiente domingo muy temprano, fuimos a la casa de Pepper. Con su auto nos dirigimos a la aldea de Kampung Hakka.
Al llegar empezamos a ver casas bajas, antiguas, todas de madera. Algunas con signos de abandono y las que se encuentran habitadas, custodiadas por perros que alertaban de nuestra presencia.


Para comenzar la visita hicimos una pequeña recorrida en bicicleta. Nos llevaron al rió (que hoy día se ha reducido considerablemente), al templo y a recorrer sus callecitas.
Luego nos unimos con otros visitantes, la mayoría chicos de un colegio secundario que tambien estaban de visita en Kampung Hakka, y nos dirigimos al cementerio, para que se tome conciencia de la historia del lugar que estábamos visitando.
Allí se encuentran los ancestros de los actuales habitantes, quienes construyeron la aldea. Para la comunidad china, es de gran importancia sus antecesores, tradiciones y su pasado.
La aldea de Kampung Hakka, tiene una historia de 100 años. Generación tras generación, han construido su identidad, su vida y sus familias.
Esta población proveniente de china, trabajo en las minerías de estaño, las plantaciones de caucho y granjas frutales. Así también, recuerdan un rio lleno de vida, peces y niños jugando.
En su apogeo, supieron ser 300 familias de las que hoy solo quedan 30, que resisten las amenazas y hostigamientos para que dejen sus casas, su pasado y en fin, su lugar.
A que resisten los habitantes de Kampung Hakka?
La razón por la que quieren que abandonen su lugar, es a causa de un futuro emprendimiento privado que quiere sus tierras para la construccion de locales comerciales. Las amenazas son continuas. Funcionarios locales y un desarrollador privado se apropiaron de sus tierras de forma cuestionable.
Nombrando de “ocupas ilegales” a los dueños de las tierras, queriendo intercambiar sus casas e historias ancestrales por escasos montos de dinero.
Lamentablemente ya han destruido la mitad de la aldea. De forma violenta, fueron desalojados de sus casas con enfrentamientos con la policía de por medio. Hoy en ese lugar, hay un bloque de cemento destinado para el comercio.
Desde hace tiempo se viene hablando de este tema sin buenos resultados.
Hay un grupo de voluntarios que junto a los habitantes de Kampung Hakka hacen un frente común para resistir a los atropellos del sistema. Se han unido para que tengan más voces y así poder llegar a más gente que quiere participar de este grupo que se niega a la apropiación ilegal de sus tierras.
Para fomentar la aldea un habitante del pueblo, Chong Yze Yaw, dono su casa para que ahí se puedan realizar las reuniones para organizar la lucha y recibir tanto a los voluntarios como a los visitantes interesados en la resistencia al desalojo de sus hogares.
Realizan festivales, charlas para escuelas, visitas guiadas por el cementerio y la aldea. Aparte del recorrido, se dedica un tiempo a contar sobre la población actual de la aldea, toda gente de al menos 55 años, y la historia familiar de alguno de ellos. Todos nacidos en este lugar, con entre 5 y 6 generaciones que vivieron allí.
Otros voluntarios, Victor Chin y Chan Seon Foong, realizaron un documental llamado “Memory As Resistance” que puede verse al final de este post.
Este film, muestra a la abuela Kong. Hoy en día, ella tiene 91 años, siendo la persona mas grande de la aldea y cuenta su historia de vida y la de su familia. Reafirmando que ella no se ira a ningún lado y que morirá ahí, si desean arrasar con su vivienda.
Excelente documental donde refleja la lucha y la resistencia.
Los aldeanos han forjado sus vidas ahí. Han sufrido guerras mundiales, incluida la invasión japonesa que golpeo directamente a los habitantes del pueblo. El colapso del mercado del estaño en el año 1985 y disturbios raciales.
Hoy tienen que continuar peleando por sus tierras y hogares, las cuales han construido con trabajo y mucho esfuerzo.